El hombre que buscaba al abominable hombre de las nieves y encontró algo más sorprendente
- Ericka Gonzalez
- 27 may 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 8 jun 2020

Alrededor de veinte años después de que terminara la segunda guerra mundial, un hippie japones que había viajado por el mundo, llamado Norio Suzuki, se fijó tres metas, que consistían en encontrar en el siguiente orden a: 1. al soldado Hiroo Onoda, 2. un panda salvaje, 3. el abominable hombre de las nieves.
Norio Zuzuki encontró al soldado Hiroo Onoda y el panda, no llegó a ver el hombre de las nieves. Pero, ¿por qué es más interesante el soldado Hiroo Onoda qué el hombre de las nieves?
Durante la segunda guerra mundial, en el año 1944, el ejército de Japón envió un grupo de soldados a la Isla de Lubang en Filipinas, que pretendía detener a un grupo de norteamericanos que iban a invadir la isla, al poco tiempo del desembarcó del soldado Hiroo Onoda casi todos los de su grupo se habían rendido o estaban muertos, menos él y tres más, Hiroo con sus compañeros sobrevivientes se resguardaron en las montañas.
En el año siguiente terminó la guerra, y se les enviaron mensajes a los soldados para que bajaran de las montañas, pero Hiroo pensó que se trataba de un engañó de sus enemigos y se mantuvo oculto. Poco a poco los escasos sobrevivientes fueron desertando o muriendo.
Aunque oficialmente el ejército japones daba por muerto a Hiroo, en vista de las quejas de los campesinos que eran acosados por los soldados, el gobierno de Japón envió grupos de expedicionistas buscando a los soldados, pero la búsqueda de estos grupos fue infructuosa.
Hiroo Onoda con otro compañero se mantuvieron perturbando a los locales de la isla, y atacándolos sigilosamente, razón por la cual los campesinos siguieron alegando que todavía había sobrevivientes del grupo de soldados, pero el gobierno no les creyó, así Hiroo Onoda pasó a convertirse en un mito, casi como un fantasma.
Hasta que, a inicios de la década de los setenta, casi veinte años después de que terminara la segunda guerra mundial, uno de los dos soldados que quedaban con vida murió a causa de disparos de la policía local de Filipinas, esta noticia revivió el mito del soldado Hiroo Onoda, único sobreviviente para ese entonces.
Así fue cuando en el año 1974, el hippie Norio Suzuki, que estaba aburrido después de haber regresado de un maravilloso viaje, se puso en la misión de cumplir sus metas, y como la primera era encontrar al soldado Hiroo Onoda, viajó a la isla de la Filipinas a realizar la búsqueda.
Norio Suzuki no tenía un plan como los expedicionistas del ejército que habían enviado los gobiernos, y simplemente se adentró en la selva y empezó a gritar el nombre de Hiroo Onoda, quien se dejó ver ante Suzuki unos días después de que él estuviera llamando su nombre, fue todo un proceso que Hiroo accediera a volver, el ejército tuvo que buscar a su antiguo superior, un comandante, que por suerte aún quedaba con vida para convencerlo.
Cuando Hiroo Onoda volvió a Japón se convirtió en una celebridad, incluso le pidieron que se postulara a cargos públicos del gobierno, ofrecimiento que declinó. No fue condenado por delitos de guerra por los campesinos que agredió, con fundamento a su desconocimiento del fin de la guerra.
A su regreso, cayó en una depresión al ver como el Japón por el que había luchado veinte años antes se volvía más occidental, y dejaba atrás sus costumbres tradicionales. Por ello, Hiroo Onoda decidió viajar a Brazil donde se dedicó a enseñar supervivencia en la naturaleza, se casó y murió a la edad de 91 años.
En cuanto a Suzuki, el joven hippie que había dejado la universidad, murió a los 37 años, en las montañas del Himalaya en una avalancha mientras buscaba al abominable hombre de las nieves.
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